Nacimiento y primeros pasos del ganguren

No obstante, la idea de un grupo de montaña siguió latente en todos y cada uno de los que practicaban este sano deporte, hasta situamos en 1945. Al llegar a dicho punto, no me resisto a que sea el único de sus tres protagonistas aún vivo, Kepa Yurrebaso, quien relate el encuentro que dio pie al nacimiento del GRUPO ALPINO GANGUREN:

"El día 6 de Enero de 1945, aunque cierta­mente no era una fecha apropiada como para subir al monte, salí y subí al Upo Mendi, entrañable pico desde mi niñez. Estando saboreando el aire puro de la mañana, con un sol agradable y contemplando las hermosas vistas que se divisan de Zaratamo y Usansolo, hizo su aparición Jesús de Altuna, amigo íntimo y excelente montañero. Después de los saludos de rigor comentamos sobre dicho deporte, de la sección de montaña del C.D.Galdácano y sobre el camino a seguir para encauzar a nuestra juventud por el ameno deporte de la montaña. Al rato se presentó Victor Legorburu, y aunque entre él y nosotros había por en medio mucho escollo políticamente hablando, deportivamente hay que reconocer que era un trotamundos de primera (oo.). Dijo que con el Deportivo Galdácano no quería nada, pero si queríamos formar un grupo aparte allí estaba él para ayudamos en todo." (Este párrafo esta recogido de forma literal de sus memorias).

Este apoyo era sin duda importante, puesto que el asociacionismo de cualquier tipo pasaba por contar con un presidente adepto al régimen franquista, en un intento de controlar la vida social de los clubes. En la práctica, era difícil llevar adelante dicho control una vez cumplido el requisito, y los clubes, guiados únicamente por su dedicación a la práctica montañera no soportaban tanta presión como pudiera suponerse

El recién formado club necesitaba un nombre y en principio se pensó en Upo por haber sido el monte del encuentro, pero finalmente se decidieron por el de Ganguren, el pico másalto de la Sierra de Santa Marina y perteneciente a la jurisdicción de Galdakao. Esto supuso en aquel momento un problema por tratarse de un nombre en euskera, aunque a base de insistir se consiguió inscribirlo de esa forma.

Respecto a los colores distintivos del grupo, el mismo Kepa Yurrebaso se atribuye la elección: amarillo, blanco en medio y verde, en líneas horizontales simbolizando el amarillo el sol y la alegría, el blanco la paz, y el verde, la esperanza y el campo vizcaíno. El escudo, diseño de Agustín Sierra Maron, es el sol naciente entre las montañas y dos cachabas o makilas cruzadas que representan las aspas de San Andrés, con la inscripción del club.

Aunque hasta un año después no se legalizó de hecho el Grupo Alpino Ganguren, desde el primer momento empezaron a agruparse montañeros alrededor de los tres fundadores. Entre familiares y amistades, se fue pasando la noticia por los diferentes barrios de la zona:

ZUAZO: los hermanos Bilbao Lapatza, Simeón Dañobeitia, Claudio Zarate, Juan Jugo, Concha Ealo, María Zarate...

USANSOLO: Fructuoso de Nicolas ("Arruza''), Santiago Azkunaga...

TXIMELARRE: José Luis Zelaia , Rafael e Ignacio San Salvador, Alfonso Tutor, Angel Bidart, los hermanos Atxutegui, Ignacio Ocamica, Javier Agirrezabala...

ZABALGANE: Victor Fernandez...

IBERLUCE: Perico Gurtubay, José María Hurtado, Arturo Maza, , Angel Varela, Cruz Ibarretxebea, Consuelo Martinez.....

PLAZAKOETXE: Pedro Jugo, Patxi Pereda, José María Legarda, Santiago Zorriketa, Serapia Totorica...

APERRIBAl: Los hermanos Gogenola y Manu Agirre...

OLABARRIETA: Mateo Larrinaga...

URRETA: Jon Uranga...

URGOITI: Juan Zamalloa, Mikel Zamalloa.

ZAMAKOA: Felix Sierra, Alejandro Romero.

LABEA: Los hermanos Yurrebaso: Kepa, Peli, Sabin (Arotza) Imanol y Libe.

 

De entre estos nombres salió parte de aquella primera directiva de 1945:

Presidente: Victor Legorburu Ibarretxe Secretario: Kepa Yurrebaso Etxebarria

Tesorero: Josu Altuna Mendiola

Vocales: Alfonso Tutor Larrea (periodista) José Luis Zelaia (deportista) Jesús Elorriaga, Patxi Bilbao

Nada más constituirse, los directivos tomaron la decisión de que los cincuenta primeros inscritos serían considerados socios fundadores.

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No era tarea fácil organizar un grupo de montaña pero fueron apoyándose en las experiencias de otras sociedades de Bilbao, aprendiendo los pasos a seguir. Uno de los primeros fue dotar al Ganguren de estatutos, para lo cual se guiaron de los del Athletic de Bilbao. Curiosamente, en su primera redacción, el artículo referente a los socios no incluía a las mujeres como socias de derecho, aunque sí los aprobados y firmados por el presidente el día 12 de Enero de 1946. Días después, el 24 de Enero entraban las 11 primeras socias: Maritxu Bilbao, María Zara te, Serapia Totorica, Juanita Agirre, Cruz Ibarretxebea, MQ Begoña Altuna, Miren Ikerne Altuna, Julia Villar, Consuelo Martínez, Miren Kortajarena y Concha Ealo.

Dichos estatutos no fueron legalizados ante el órgano correspondiente de la Delegación de Deportes hasta el 21 de Febrero del mismo año. La prensa de la época se hacía eco de la noticia y señalaba cómo se habían empezado a recoger tarjetas de los socios del Ganguren en los buzones de las montañas vizcainas.

El punto de encuentro para las primeras reuniones oficiales fue el bar Bikandi en Plazakoetxe, conocido como el de "las rubias", y más concretamente bajo los árboles que le rodeaban. La convocatoria estaba fijada para tarde, que ya no circulaban los tranvías y los directivos debían regresar a sus casas andando.

Pero aparte de estas reuniones, a las que debía acudir una representación de la policía local, se hacían otras más en secreto en la lonja de la barbería de JosuAltuna, donde se juntaban para planear las excursiones. En este local se recibía también la correspondencia y se colocaban los avisos de marchas de otras sociedades.

Pronto se confeccionó un extenso programa de actividades en común, si bien la gente seguía saliendo al monte más en grupo de amigos que en bloque como club. Eso sí, allá donde acudían, los montañeros difundieron el nombre del Grupo Alpino Ganguren, cosechando grandes simpatías entre el resto de clubs de montaña.

Entre sus actividades propias incluyeron, nada más formarse la sociedad, la colocación de buzones en montes de la zona. De su fabricación se encargaban Arturo Maza, Felix Sierra, y todo aquel que tenía cerca un taller y contaba con la maquinaria necesaria.

No se ponen de acuerdo Arturo Maza y Kepa Yurrebaso a la hora de precisar en sus recuerdos si el primer buzón se colocó en Santa Marina de Ganguren o en el Mandoia, en 1946, (aunque por otros datos que poseemos parece claro que fue en el primero de ellos.). Lo que sí recuerdan era como los subían a hombros por la noche y hacían allí el cemento, alumbrándose en la vuelta a casa con teas de trigo. Este esfuerzo no era tenido en cuenta por aquellos que criticaban la actividad montañera, dándose el caso que a poco de ser colocado el buzón de Santa Marinalll fue arrancado, como recogía un artículo en la prensa deportiva fechado en Marzo de 1946. En aquella época era muy frecuente que ésto ocurriera y Angel Sopeña, presidente de la Delegación Vasco-Navarra de Montaña, se quejaba por todos los medios e intentaba hacer conscientes a los pastores y a los montañeros que no los respetaban de su mal proceder.

Pero no por ello los montañeros del Ganguren

 

se echaron atrás, arreglando los destrozos y realizando nuevos buzones para que los montañeros depositasen sus tarjetas.

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El 19 de Marzo de 1947 se volvió a colocar un buzón en Santa Marina de Ganguren, procediéndose en el mismo día al reparto de premios a los finalistas. En estos años y en la década siguiente se colocaron otros en Upo, Katillotxu (13 de Julio de 1947), Urtemondo (1949), Lekanda, Pico de Las Nieves, Odoriaga (1957), Alluitz, Unzillaitz, Gallarraga, Garoño, Jesuri (1959) Y Bizkargi. Señalar como anécdota que este último se tuvo que poner varias veces, ya que el pastor de aquellos parajes lo quitaba pensando que los que subían le robaban los corderos.

La colocación de un buzón se celebraba con una salida al monte en cuestión, organizándose concursos de aizkolaris, de jotas y acordeón, entre los mismos montañeros, en una fiesta que duraba todo el día.

Entre los entusiastas miembros del Ganguren figuraban tres grupos de montañeros que se destacaban por el prestigio ganado en sus andanzas. Unos se daban en llamar "Mozollos" (mochuelos en castellano), por ser el símbolo de Galdakao. Su media docena de componentes, entre los que se hallaba Kepa Yurrebaso, se distinguían por llevar unos gorros blancos con un mochuelo.

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Otro grupo, "Las Golondrinas", estaba formado por jóvenes pero experimentadas montañeras como eran Mari y Mertxe Bilbao, Angelita Belandia, Margari Yurrebaso, Consuelo Nieto, Cruz y Neli Ibarretxebea, Maritxu Arrizabalaga y Juanita Aguirre. También ellas se tocaban con una boina azul almidonada y con una golondrina bordada en blanco.

Un simpático tercer grupo eran "Los de los gorritos", formado por Alejandro Romero, Amador Riego y Fernando Montes que llevaban gorras blancas con el escudo del Ganguren.

El objetivo principal del club en estos años fue conducir a la juventud hacia los concursos de montaña. Las excursiones eran, por decirlo de alguna manera, de cabotaje, puesto que ni la situación económica ni la política permitían desplazarse a grandes distancias.

Lo más lejos que se podía salir era a Guipuzcoa, yendo en autobús de línea o en tren, aunque después se empezaron a alquilar autobuses como el de "Cirilo".

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Existía una fuerte relación con el Club Deportivo Eibar y con el Tabira de Durango. En la época de verano se iba a la zona de influencia de estos dos clubes por lo que los montes del Duranguesado y los paisajes de Kalamua y Arrate eran conocidos para los de Galdakao.

Sin tardar, en 1948, el Grupo Alpino Ganguren se vio con fuerzas para organizar su primera Marcha Regulada Intersocial. Prevista para el 2 de Mayo, hubo de suspenderse hasta el domingo siguiente, día 9, como., recogía la sección "Ecos Montañeros" del periódico Hierro: "... Ya sé de muchos presuntos participantes que se veían obligados a dejar el interesante partido de fútbol por no desairar a este dinámico y joven club, que cuenta con todas nuestras simpatías y al que todos los montañeros tenemos la obligación de ayudar y alentar con nuestra presencia en esta su primera organización interclubs..."

Como se desprende de lo anterior, el motivo de esta suspensión o aplazamiento lo constituyó el partido de copa que se iba a jugar en San Mamés entre el Athletic y el Sevilla (el resultado de ese partido fue de 2-1 a favor del Athletic).

Se daba además la circunstancia de que el Athletic había donado una gran copa como premio para la marcha, por lo cual la directiva del Ganguren hizo todo lo posible para que no coincidiesen los dos eventos.

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